viernes, 26 de octubre de 2012

El tiempo pasa volando

Y así con toda la tontería van ya 3 meses.
Los días pasan rápido, los fines de semana más y las semanas ni las veo. Llevo días diciendo: tengo que escribir en el blog. Yo pensaba que no hacía tanto tiempo desde que había escrito la última entrada, pero sí, ya ha pasado un mes. Parece mentira, pero es que el día no me cunde, vamos que necesitaría que tuviese más de 24 horas. A las 6.00 a.m. suena la alarma, pero bien es cierto que hasta que no pasan 15 minutos no me levanto. En el cole no paramos un momento, clases, reuniones, conferencias... Y cuando llegas a casa después de algo de atasco, por supuesto, en esta ciudad no puede fallar, sigues haciendo alguna cosilla para el cole (aunque cada vez menos porque ya vamos cogiendo el ritmo), siempre hay algún tema pendiente: ir a comprar, resolver papeleos, el carnet de conducir.... Luego un ratillo largo al gimnasio. Las 10.00 p.m. y la mayoría de los días aun haciendo la cena. Tenemos una mezcla de horarios...

En fin, que entre unas cosas y otras no me ha dado tiempo a escribir, así que tengo muchas cosas que contar. Ya hemos hecho nuestro prime viajecillo, el destino fue Houston, así aprovechamos para ir a la embajada de España para renovar el pasaporte y hacer unos papeles. Houston está chulo, seguimos los consejos de Aníbal, así que hicimos un tour (el guía nos acompañó en el camino, aunque fuese virtualmente). El downtown de Houston parece tener más vida que el de Dallas, al menos había gente por las calles. Estuvimos en Kemah y en la playa de Galveston, ¡bañándonos a 6 de octubre! La NASA me decepcionó un poquillo, pero el fin de semana estuvo muy bien. Tuve la sensación de estar disfrutando de los EEUU por fin.
Pero lo bueno se acaba pronto, el lunes volvimos a la rutina, pero con el coche ya arreglado (toquemos madera para que siga así mucho tiempo). Esa semana era especial, el jueves era mi cumple. Aunque la verdad es que no tenía la sensación que lo fuese a ser. Fue raro, sí raro. Empezó a las 5.00 p.m. del día anterior (00.00 p.m. en España) con llamadas y mensajes. Los primeros regalos llegaron por carta, hubo canción, tarta chocolatosa, velas, sonrisa, más regalos, cartas y dibujos de los niños y regalo de mis compis. Sin ninguna duda, las cartas y las vídeo-llamadas fueron de lo más especial, hasta la abuela Emi me felicitó. Pude veros y eso me produce tanta alegría, es como estar ahí con vosotros. Pero el cumple no quedó ahí, me siguieron llegando regalos vía postal, y una graaaaaaan sorpresa en forma de fiesta de cumpleaños con la familia de Dallas. Me hizo mucha ilusión, fue totalmente una sorpresa y no faltó de nada, hasta comida española tuvimos.

Ese mismo día estuvimos en la Feria de Texas, aquí en Dallas. La comida era lo principal, raro aquí, y el tamaño también pequeño. Tómbolas en Dallas, nunca pensé que eso era tan internacional. Eso sí, los tomboleros no eran como los de España, faltaba un poco de vida. Contentos nos vinimos con nuestra mascota de peluche de los long-horn. Y aunque pasé un poco de miedo, decidí subirme a la noria, para ver las luces del downtown desde las alturas. Conclusión: creo que tengo miedo a las alturas.

Y por seguir contando... Sigo aficionada al tenis, aunque mi nivel es muy bajo, pero ya voy cogiendo el tranquillo al asunto, así que hemos montado una mini liga y en eso estamos, a ver si mejoro. También, he podido apuntarme a una liga de fútbol-sala, que por cierto en breve me tengo que ir a jugar. Es un poco raro, me parece un poco pachanga, pero para practicar y pasar el rato no está mal. Los equipos son mixtos, siempre tiene que haber 3 chicos y 3 chicas en el campo más el portero. Aquí juegan con las paredes, no hay fuera, así que eso me descentra un poco, los chicos no pueden tirar desde dentro del área a la portería, y los penaltis y dobles-penaltis solo los pueden lanzar las chicas. Es divertido, de los dos partidos a los que he ido, hemos ganado los dos, a ver hoy qué tal se nos da la cosa. Por cierto, nos llamamos Arsenal.

Ya me voy a ir despidiendo, para calzarme mis botas de fútbol-sala. Este fin de semana toca Halloween. Parte de la decoración ya la tenemos colocada en la terraza y en la puerta de casa, solo nos queda la calabaza y decidir el disfraz para la fiesta de mañana. ¡¡Carnavales adelantados!! ¡Qué bien!

Espero poder sacar un poco más de tiempo para escribir en el blog.

Y, ¿cómo acabo esto? ¿Mandando besos? ¿Abrazos? ¿Saludos? ¿Diciendo que os quiero? Sí, creo que todo eso estaría bien para terminar una carta, así que... ¡¡¡BESOS, ABRAZOS, SALUDOS, OS QUIERO!!!